Se recomienda que los niños visiten al ortodoncista a partir de los siete años, porque es la edad aproximada a la que comienza el recambio de piezas dentales.
A esta edad, el ortodoncista ya es puede detectar problemas del crecimiento y desarrollo dental y maxilar aunque no se haya cambiado todos los dientes de leche.
En algunos casos a pesar de que los dientes estén completamente alineados, puede existir alteraciones que sólo un ortodoncista puede detectar, por lo que si no se realiza una valoración adecuada estas pueden pasar inadvertidas y dejar secuelas difíciles de solucionar.
Durante la revisión se comprueba si la mordida es correcta, se verifica si el crecimiento y desarrollo son adecuados y en caso de estar indicado se inicia el tratamiento preventivo. Que en la mayoría de casos consiste en intervenciones sencillas como expansión maxilar o la extracción de piezas temporales en el momento oportuno.
El tratamiento precoz permite reducir el riesgo de traumatismo dental en caso de protrusión dental, corregir hábitos, mejorar el aspecto facial, guiar los dientes definitivos a su posición correcta, obtener unos dientes, labios y caras más agradables.
Aunque existe diferencias en cuanto a necesidades de tratamiento entre un niño y orto. Nuestro objetivo como ortodoncistas es ofrecer a cada paciente el tratamiento más adecuado ne el momento adecuado.