Ortodoncia Damon
¿A qué edad se debe de iniciar un tratamiento de ortodoncia?

Ortodoncia antes de los 6 años

Normalmente a esta edad no se suele indicar ningún tipo de tratamiento activo (con aparatos). Es sobre todo relevante la odontología y ortodoncia preventiva. Que consiste en instaurar unos hábitos alimenticios y de higiene que favorezcan la salud bucal. Así como detectar y eliminar hábitos nocivos como el del dedo y chupete tan pronto como sea posible.

Los dientes de leche además de su función masticatoria, mantienen el espacio de los permanentes, por lo que es importante conservarlos sanos hasta el momento de su recambio natural

Entre los 7 y 12 años

Este es un momento ideal para corregir algunas alteraciones y para prevenir que aparezcan otras. Es la mejor etapa para corregir alteraciones esqueléticas, mediante dispositivos que guían el desarrollo de los maxilares y la función muscular.

Los huesos no han completado su crecimiento por lo que resulta factible corregir de forma sencilla maxilares «estrechos», situación que de no realizarse puede producir asimetrías dentales y faciales de tratamiento complicado y costoso.

En este periodo se completa el recambio dental, por lo que es importante controlar que el proceso sea el correcto, en caso de detectar anomalías instaurar soluciones que permitan que los dientes permanentes erupcionen correctamente. Es necesario controlar el espacio disponible para la erupción dental. Si se ha perdido espacio hay que recuperarlo y si existe posibilidad de perderlo hay que mantenerlo.

Al tratamiento a esta edad se le denomina de ortodoncia interceptiva o de primera fase, ya que comúnmente completa con una segunda fase (cuando han erupcionado todos los dientes permanentes). Cuando está indicado, la ortodoncia en dos fases permite obtener mejores resultados y hace que el tratamiento con brackets sea más rápido y efectivo.

Entre los 11 y 18 años

Es una etapa de continuo crecimiento, lo que nos facilia solucionar alteraciones que en otras etapas resultaría imposible o complejo de tratar.

Unos dientes bien posicionados favorecen la masticación e higiene oral y con ello disminuye el riesgo de enfermedad dental y articular.

Los dientes nos deberían acompañaran toda la vida, por lo que cuidar de ellos es fundamental desde la juventud. Durante la adolescencia las relaciones sociales se tornan esenciales y comienza la necesidad de «agradar». Unos dientes «feos» pueden generar complejo, inseguridad, falta de confianza y poca autoestima. Está demostrado que las personas con autoestima elevada afronta mejor sus metas y proyectos. Así problemas simples y típicos, de fácil solución, pueden afectar notablemente el estado anímico de los jovenes.

Resulta evidentemente que solucionar las alteraciones dentales a esta edad constituye un gran beneficios para su salud. Además, una sonrisa saludable y hermosa les abre muchas posibilidades.